Lucha contra la celulitis: entiéndela para actuar mejor

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I. Entender la celulitis

La celulitis , también llamada “hoyuelos” o “piel de naranja”, es el resultado de la inflamación de las células grasas del tejido adiposo presentes en el cuerpo. Se trata de un conjunto de células grasas que se encuentran debajo de la piel y que alcanzan su máxima capacidad de almacenamiento, dando a la piel un aspecto “bulto”, considerado antiestético.


La celulitis se observa principalmente en la parte posterior de los muslos, las nalgas, el estómago y la parte superior de los brazos. Este complejo fenómeno resulta de la combinación de varios factores, incluidas las variaciones hormonales femeninas. Considerada un fenómeno fisiológico normal, la celulitis afecta principalmente a las mujeres, independientemente de su edad o tipo corporal.


Esto se explica por razones genéticas, en particular porque el cuerpo de la mujer contiene células adiposas más que el de los hombres, para satisfacer las mayores necesidades del cuerpo durante el embarazo o la lactancia.


Casi 9 mujeres de cada 10 se ven afectados en algún momento de su vida, frente a 1 de cada 50 hombres.


La celulitis, aunque se considera antiestética, no es una enfermedad. A menudo se considera un problema cosmético, pero es importante comprender que es el resultado de procesos biológicos normales. La estructura de la piel femenina, con mayores compartimentos grasos y una diferente orientación de las fibras de colágeno, favorece la aparición de celulitis.


Además, ciertos factores externos pueden empeorar la situación. Una dieta desequilibrada, rica en azúcares y grasas saturadas, puede acentuar la acumulación de células grasas. La falta de ejercicio físico y la mala hidratación también son factores agravantes. Las toxinas se acumulan más fácilmente en un cuerpo mal hidratado, lo que favorece la inflamación de los tejidos grasos.


Por último, la ropa demasiado ajustada puede dificultar la circulación sanguínea y linfática, contribuyendo así a la formación de celulitis. Adoptar hábitos de vida saludables y prestar especial atención a la hidratación, la dieta y el ejercicio pueden ayudar a combatir la celulitis.


Lea también:  ¿Qué es la celulitis? 

II. Formación y causas de la celulitis.

La celulitis refleja una disfunción del tejido adiposo de la hipodermis, es decir de las células grasas.


Dentro de la hipodermis, las células grasas o adipocitos se encuentran alojados en pequeños compartimentos fibrosos y bastante rígidos. Los adipocitos crecen a medida que aumenta el almacenamiento. Pueden multiplicar su tamaño hasta 50 veces. Entonces, cuando aumentas de peso, aumenta el volumen de las células grasas.


Por otro lado, cuando retenemos agua, el exceso de agua se acumula dentro de los tejidos del cuerpo y rodea las células grasas.


Estos dos fenómenos impactan en las particiones fibrosas de la hipodermis: no pueden distenderse y se comprimen al estar dispuestas en rejilla. Así, estos “pequeños compartimentos” se hinchan y esto repercute en la dermis y la epidermis.


La superficie de la piel se vuelve entonces rugosa, de ahí las expresiones “piel de naranja” o “capitones”.


¿Cómo reducir la celulitis en los muslos?


La combinación y sucesión de varios factores pueden explicar las causas de la celulitis:

A. Exceso de grasa

La celulitis adiposa puede aparecer en caso de consumo excesivo de grasas malas (grasas cocidas, grasas saturadas) y/o por falta de actividad física. 

El exceso de grasas hinchará las células grasas (adipocitos), alterará la circulación y provocará una acumulación de toxinas creando inflamación de los tejidos. Ciertas regiones del cuerpo se ven más afectadas que otras, simplemente porque hay más células grasas allí (caderas, muslos, nalgas).

B. Problemas circulatorios u hormonales

Los trastornos de la circulación sanguínea se deben a la compresión de los vasos linfáticos por células grasas excesivamente grandes. 

Esto provoca una acumulación de líquido en los tejidos que provoca hinchazón (edema) que empeora el problema circulatorio. 


En las mujeres, la actividad hormonal normal, a veces amplificada por la pubertad, el embarazo, la menopausia o incluso por la toma de la píldora, genera retención de líquidos que contribuirá a empeorar el problema.

C. Retención de agua y acumulación de residuos

La circulación, así perturbada por un exceso de almacenamiento o por un problema circulatorio, reduce la capacidad de drenaje y eliminación de los desechos y provoca una acumulación de agua y toxinas en los tejidos que luego se hinchan y adquieren al mismo tiempo un aspecto irregular en la superficie de la piel.

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D. Higiene de la vida y factores ambientales.

Los hábitos diarios y los factores ambientales también juegan un papel crucial en la formación de la celulitis. 

El estrés, la falta de sueño, una dieta desequilibrada rica en azúcares y grasas saturadas, así como el consumo excesivo de alcohol y tabaco, pueden contribuir a la acumulación de grasa y la retención de agua. 

Además, el sedentarismo reduce la circulación sanguínea y linfática, agravando así la aparición de hoyuelos.

E. Influencia genética y predisposiciones familiares

Los factores genéticos también pueden influir en la predisposición a la celulitis. Si los familiares directos, como la madre o la abuela, tienen celulitis severa, es más probable que otros miembros de la familia también la desarrollen. 


Los genes influyen en la distribución de la grasa, la circulación sanguínea y linfática y la elasticidad de la piel, lo que hace que algunas personas sean más propensas a desarrollar celulitis.

F. Impacto del envejecimiento

El proceso de envejecimiento también contribuye a la formación de celulitis. Con la edad, la piel pierde elasticidad y tono debido a la disminución de la producción de colágeno y elastina. 


Esta pérdida de firmeza permite que las células grasas se muevan más fácilmente hacia la superficie de la piel, creando la apariencia irregular característica de la celulitis. Además, la circulación sanguínea y linfática tiende a disminuir con la edad, lo que puede empeorar la acumulación de toxinas y líquidos en los tejidos.



Al comprender los diversos factores que contribuyen a la formación de la celulitis, es posible desarrollar estrategias más específicas y eficaces para reducirla. 


Cambiar tus hábitos de vida, adoptar una dieta equilibrada, practicar actividad física regular y utilizar productos específicos puede ayudar a reducir la apariencia de la celulitis y mejorar la salud general de la piel.

III. Estrategias para combatir la celulitis

No existe una receta milagrosa para hacer desaparecer la celulitis, pero sí soluciones efectivas para reducirla y combatirla. 

La dieta y el deporte ayudan pero no siempre son suficientes ya que la celulitis es grasa atrapada y mal irrigada en una red de fibras donde el proceso de lipólisis es poco activo. Por lo tanto, nuestro entrenamiento por sí solo no puede eliminar la celulitis.

A. Tratar las diferentes formas de celulitis

1. Ante el aspecto graso

La idea es “romper” las moradas mediante masajes para liberar las grasas y hacerlas nuevamente disponibles mediante el proceso de lipólisis. Los masajes y cremas, los aparatos anticelulíticos o las sesiones en un instituto especializado pueden ayudar.


Los masajes estimulan los tejidos, tonifican la piel, dinamizan la microcirculación y estimulan la circulación linfática. Los aceites esenciales (limón, romero, salvia, geranio, etc.) o una crema drenante anticelulítica pueden amplificar los efectos.


Se practica diariamente un masaje eficaz de abajo hacia arriba, idealmente después de una ducha caliente para facilitar la penetración de la crema. Palpar-rodar es una técnica eficaz e implica doblar y hacer rodar la piel del área que se va a drenar con los dedos. Termina tu lavado con un chorro de agua fría desde los tobillos hasta los glúteos.

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2. Ante la versión acuosa

La celulitis acuosa está relacionada con una mala circulación sanguínea y linfática. Los masajes drenantes, el ejercicio físico regular y una dieta equilibrada pueden ayudar a reducir esta forma de celulitis.


Los deportes acuáticos como la natación o el aquagym son especialmente beneficiosos para mejorar suavemente la circulación sanguínea y linfática. Además, la hidratación juega un papel crucial, por lo que se recomienda beber al menos 1,5 litros de agua al día.


3. Frente a la versión fibrosa

La celulitis fibrosa es más difícil de tratar porque está presente desde hace mucho tiempo. Masajes profundos, tratamientos de salón y cremas específicas pueden ayudar a reducir esta forma de celulitis.


A menudo es necesario utilizar técnicas de masaje más intensas, como la palpación mecánica con rodillo o la radiofrecuencia, que calientan los tejidos para favorecer la eliminación de las células grasas. También puede resultar beneficioso utilizar cremas que contengan ingredientes activos como la cafeína.


4. Ante la celulitis incrustada

La celulitis incrustada es la más resistente. Muchas veces son necesarios tratamientos que combinen masajes, cremas y aparatos específicos para obtener resultados visibles.


Se pueden considerar métodos avanzados como la criolipólisis, que consiste en congelar las células grasas para eliminarlas, o la mesoterapia, que inyecta sustancias activas directamente en las zonas afectadas. Cada tratamiento debe adaptarse al estado de la piel y a la profundidad de la celulitis.

B. Tratar las causas y los agravantes

1. Tratamiento específico de los muslos

La celulitis en los muslos se puede reducir mediante ejercicios específicos, masajes y una dieta equilibrada. Los suplementos dietéticos también pueden ayudar a mejorar la circulación y reducir la retención de líquidos.


Ejercicios como las sentadillas, las estocadas o la bicicleta estática son especialmente eficaces para tonificar los muslos y combatir la celulitis. Una dieta rica en fibra y proteínas magras también favorece la reducción de la grasa localizada.


2. Tratamiento específico de las piernas

Para reducir la celulitis en las piernas es importante favorecer la circulación sanguínea mediante ejercicio regular, masajes y una dieta rica en antioxidantes.


Actividades como caminar a paso ligero, yoga o Pilates pueden ayudar a mejorar la circulación y tonificar los músculos de las piernas. También es aconsejable evitar permanecer demasiado tiempo sentado o de pie sin moverse, para evitar el estancamiento de líquidos.


3. Tratamiento versión hormonal

La celulitis hormonal suele estar relacionada con fluctuaciones hormonales. Una dieta equilibrada, ejercicio regular y suplementos dietéticos pueden ayudar a regular las hormonas y reducir y combatir la celulitis.


Plantas como el sauzgatillo, el hinojo y la soja, conocidas por sus propiedades reguladoras hormonales, pueden incluirse en forma de complementos alimenticios. Además, es fundamental controlar la ingesta de azúcar y grasas saturadas, que pueden exacerbar los desequilibrios hormonales.


4. Estrategias efectivas para combatir la celulitis

Para combatir la celulitis es fundamental combinar varios enfoques: dieta equilibrada, ejercicio regular, masajes y complementos alimenticios. Los tratamientos de instituto también pueden ser eficaces.


Curas de desintoxicación, sesiones de drenaje linfático y tratamientos criogénicos son opciones a considerar para complementar los esfuerzos diarios. Un enfoque holístico suele ser el más eficaz para lograr resultados duraderos.

C. Combatir la celulitis de forma natural

Las soluciones naturales para combatir la celulitis incluyen una dieta rica en frutas y verduras, ejercicio regular, masajes y el uso de suplementos a base de hierbas.


Las infusiones de té verde, diente de león o jengibre pueden ayudar a drenar toxinas y estimular la circulación. La práctica regular de meditación o yoga también contribuye a un mejor equilibrio hormonal y a una reducción del estrés, factor agravante de la celulitis.

D. Qué hacer cuando estás embarazada

Durante el embarazo, es importante favorecer soluciones suaves y naturales para combatir la celulitis. Masajes suaves, una dieta equilibrada y ejercicios adecuados pueden ayudar a reducir la celulitis.


Técnicas como el drenaje linfático manual son especialmente adecuadas durante este período. También es recomendable consultar a un profesional sanitario antes de introducir complementos alimenticios.


IV. El Programa D-LAB Action-Capitons: una solución natural y eficaz

D-LAB NUTRICOSMETICS ha desarrollado un programa especialmente formulado para tratar los hoyuelos y sus causas internas. 

Este programa ultracompleto contiene 34 principios activos que actúan en sinergia para expulsar el exceso de agua, reiniciar la circulación sanguínea y activar la quema de grasas, para un cuerpo más firme y una piel más tersa.

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El Programa Action-Capitons actúa sobre 3 ejes:

 

1 - Favorece la eliminación del exceso de agua (Draining Detox)

La retención de agua atrapa la grasa y le da a la piel una apariencia con hoyuelos. Gracias a las fitoterapia depurativas, drenamos el exceso de agua para hacer espacio y poder acceder a las grasas profundas. En esta fórmula, los extractos de hinojo y gayuba favorecen la eliminación a través de la orina.

 

2 - Promueve la buena circulación sanguínea (Complejo de Circulación Activa)

Gracias a los extractos de castaño de indias y meliloto ricos en cumarina, reactivaremos la circulación sanguínea comprimida por las células grasas y fortaleceremos las paredes de las venas para evitar que el agua se escape nuevamente.

 

3 - Activa la combustión de estas grasas liberadas (Activador del Metabolismo)

Para acelerar la pérdida de peso, favorecemos la quema de grasas liberadas gracias a la nuez de cola, la pimienta de cayena y las cetonas de frambuesa. Día a día, el cuerpo se vuelve más firme y la piel más tersa.

 

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